domingo, 11 de diciembre de 2016

La confesión

Tenerte es fugaz, a veces quisiera impregnarme de ti de tal manera que pueda combatir esa fugacidad, no importa el tiempo que estés conmigo, poco o mucho es inevitable el sentimiento de esa sed no saciada, ni con todos los besos con los que suelo recorrer tu cuerpo desde los dedos de tus pies hasta la punta de tus cabellos, ni con todo el calor que pueda absorber e intercambiar con mis manos sobre tus muslos y esa fascinación que me causa morderte e idolatrarte, devorarte y hacerte mía una y otra vez, nada me ayuda a no sentir que todo pasa como un parpadeo cuando te vas.

Tengo en la memoria un registro perfecto y detallado de tu aroma y su mera presencia despierta mi descontrol y quiero despojarte de todo lo que llevas encima hasta descubrirte como quien recibe un regalo por vez primera, recibirte es siempre un regalo para los sentidos y la experiencia no se desgasta sino todo lo contrario, siempre eres nueva para mi mirada atónita y siempre eres nueva para mis manos.

Hoy en día no puedo despojarme aún de ese cúmulo monstruoso de años de sentimientos hacia ti, aún con toda esa carnalidad descarada de nuestros encuentros, con todo y ese apetito voraz que me lleva como un lobo a olfatearte toda y casi con una vehemencia adorar tu cuerpo, tocarlo y besarlo por fuera y por dentro, no puedo dejar de hacerte mía por momentos como una novia amada, con caricias y besos y el corazón radiante para luego, trastornado, tomarte fuertemente y no seas mas la novia imaginaria sino mujer, mía nomás y verte agitada y sudorosa, enrojecida y poseída desde dentro montada en mí siendo tu hombre, poseído de tu magia y a la vez dueño de ti.

En esos momentos sé que dejas de pertenecer al mundo y me perteneces solo a mí, tu vida está puesta tan cerca de la mía que nada importa, al menos hasta que alcances el orgasmo y caigas como una muñeca de trapo sin fuerzas y sin aliento, a veces tengo la fortuna de caer contigo, trato de no llegar antes que tú, otras veces te tengo que levantar y usarte un poco más para alcanzarte, perdóname si no es la mejor manera pero en ese punto no tengo control alguno de mi voluntad y estoy abandonado a mis instintos.

Luego viene ese vacío en el que te voy perdiendo poco a poco, a veces te quedas solo lo justo para recuperar el aliento, otras veces incluso me abandono brevemente al sueño solo con el afán de recrear el instante inalcanzable de abrir los ojos y despertar contigo a mi lado, desnuda y bella, a veces con la piel fría. Despertar, encontrar el camino a tus labios y percibir tu nuevo aroma, mezcla de tu sudor, el mío y los miles de besos que pareciera que dejé en tu cuerpo, pero que en realidad me llevo de ti es poesía pura.

Y una vez mas, todo pasa tan fugaz, incluso llega a parecer un sueño una vez que acaba hasta que llega el momento en que me escribes a mitad de la noche y viene la revelación de aquello que cae justo en el momento, la carta perfecta para el ganar en el black jack donde siempre pierdo, excepto hoy.

Hasta ayer nada me era suficiente, necesitaba de ti algo mas que tu cuerpo, algo mas que tu alma, algo mas que tu entrega frenética. Necesitaba que me dijeras sin preguntártelo ni provocarlo cuán locamente me ansías dentro de ti. Siempre tuve las pruebas de tu crimen, necesitaba tu confesión.

No hay comentarios: